La expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, abandonó este jueves el penal de Miraflores, en La Paz, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) revocara su condena por el caso denominado “golpe de Estado” de 2019. La exmandataria, que gobernó entre 2019 y 2020, recupera su libertad tras permanecer casi cinco años encarcelada.

El TSJ decidió aceptar la solicitud de revisión presentada por la defensa, anulando la sentencia dictada en su contra. Siete de los nueve magistrados votaron a favor del fallo, señalando que Áñez “no actuó con dolo ni lesionó un bien jurídico protegido”, y que sus actos se enmarcaron en un “estado de necesidad constitucional” para garantizar la continuidad institucional del Estado.

A su salida del recinto penitenciario, Áñez fue recibida por una multitud que la aclamó mientras sostenía una Biblia y la bandera nacional. “En este país jamás hubo un golpe de Estado, lo que hubo fue un fraude electoral”, declaró ante los medios.

La exmandataria aún enfrenta al menos siete procesos judiciales más, entre ellos los relacionados con las muertes registradas durante las protestas posteriores a la renuncia de Evo Morales y por presuntos actos de corrupción. No obstante, desde ahora enfrentará esos casos en libertad y bajo la vía del juicio de responsabilidades.