Categoria: Política
Publicado 21 de agosto de 2025

El reciente pronunciamiento de Carlos Valverde contra el candidato vicepresidencial del PDC, Edman Lara, no pasó desapercibido. El periodista volvió a mostrar su estilo frontal al calificarlo de “excapitán” y recordarle supuestos antecedentes de extorsión, poniendo sobre la mesa un cuestionamiento que no solo apunta al personaje, sino también a la decisión política de Rodrigo Paz de incorporarlo a su binomio.

La advertencia fue clara: si Paz llegara a la presidencia, el choque con Lara sería inevitable y, según Valverde, no tardaría en desatarse un intento de desestabilización. Más allá de la crudeza de sus palabras, el trasfondo refleja una duda de fondo sobre la confiabilidad del acompañante de fórmula del PDC.

Valverde no se limitó a una crítica política; enumeró conflictos de Lara con distintos sectores, acusaciones de solicitar dinero sin cumplir compromisos y hasta recordó un proceso judicial por presunta estafa de 37.000 bolivianos. A esto se sumó una alerta sobre un eventual acercamiento con el MAS, insinuando que el excapitán podría estar jugando a dos bandas en plena campaña.

En definitiva, el comentario de Valverde funciona como una señal de alerta sobre la figura de Lara, quien carga con denuncias, sospechas y un estilo que despierta resistencias. Más que un ataque aislado, la intervención del periodista se perfila como un anticipo de la tormenta política que podría desatarse en caso de que el binomio Paz–Lara llegara al poder.